Reunión de la FAO
- La reunión de la FAO, sesgada a favor de las empresas, denuncia un miembro del comité asesor al presentar su renuncia
Grupo ETC
26 de febrero de 2010
En la víspera de una importante conferencia intergubernamental sobre Biotecnologías Agrícolas en los Países en Desarrollo (ABDC), a realizarse en Guadalajara, uno de los pocos miembros de la sociedad civil dentro del comité asesor internacional presentó su renuncia, calificando los preparativos para este encuentro entre gobiernos y científicos como “irremediablemente sesgados” y que de forma cínica “soslayan aspectos socioeconómicos y científicos claves”.
Pat Mooney, Director Ejecutivo del Grupo ETC, una organización internacional de la sociedad civil con sede en Canadá, con una larga historia de trabajo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y en temas relacionados con la biotecnología, renunció al comité asesor el pasado martes 23 de febrero. La conferencia de la FAO se realizará en México del 1 al 4 de marzo en Guadalajara.
«Los documentos base de la conferencia están irremediablemente sesgados a favor de la biotecnología y reflejan la intención de dar un fuerte impulso a esta industria, al tiempo que tratan de persuadir a los países en desarrollo de que no tienen otra opción que subirse al tren de la biotecnología. Es inaceptable que un organismo intergubernamental supuestamente neutral, como la FAO, permita que lo conviertan en un escaparate para las grandes empresas biotecnológicas -dijo Mooney. Los organizadores de la conferencia ABDC parecen no conocer el ABC de la organización de una conferencia en la que distintos puntos de vista puedan ser escuchados en condiciones de equidad. La naturaleza oligopólica de la industria de las semillas biotecnológicas (donde cuatro empresas controlan las ventas mundiales de semillas) no forma parte de la discusión. Y aunque los documentos preparatorios del encuentro mencionan los problemas relacionados con el monopolio de las patentes biotecnológicas, concluyen que el Sur global no tiene otra alternativa que rendirse. No hay una discusión seria sobre los enormes costos de desarrollar cultivos genéticamente modificados en comparación con la agricultura convencional».