Tenemos que entender los metabolismos entre campo y ciudad
La crisis actual es algo complejo (crisis económica, caída de las tasas de ganancia, desbandada en las bolsas de valores, la crisis inmobiliaria de EUA se expande a otros continentes. Pero esta crisis converge con una crisis ambiental sin precedentes (calentamiento global, crisis del agua, etcétera) que ahora se convierte en una crisis energética (agotamiento del patrón tecnológico petrolero) y alimentaria. Esto nos plantea un escenario de convergencia de numerosas crisis, que tenemos que discutir y reflexionar mucho más.
Hay otro problema muy profundo: la descampesinización a escala planetaria, que no responde a la crisis, sino que es un problema que tiene cien años avanzando y que constituye una dinámica más agresiva, especialmente desde que la ONU planteó como objetivo el desplazamiento de la población mundial hacia las ciudades. Hoy tenemos procesos de urbanización salvaje en todo el mundo. Dinámicas que se repiten en todo el mundo, incluido México, de asalto a la vida campesina, combinada con el asalto de los derechos ciudadanos y el flujo de millones de personas forzadas a emigrar de un país o un continente a otro, para abastecer de mano de obra y profundizar la recomposición demográfica en el norte. Éste es el objetivo militar, que no depende de las crisis.
Las crisis estimularán u obstaculizarán este proceso, pero las crisis son coyunturales. En cambio, el proceso de descampesinización es una dinámica profunda que nos obliga a discutir más ampliamente la importancia del problema de las semillas. Estamos en medio de una ofensiva de reorganización de toda la vida cotidiana en el campo y la ciudad. La defensa del maíz y las semillas, ligando la lucha campesina con la lucha de los consumidores urbanos es necesaria, pero insuficiente, porque en las ciudades, la dinámica de la urbanización salvaje de cientos de miles o millones de campesinos genera problemas brutales que van más allá del maíz. Se generan problemas brutales por agua, devastación ambiental, acumulación de miles de millones de toneladas de basura que provocan un dislocamiento de los metabolismos campo-ciudad. Estamos ante un proceso de urbanización de la población mundial que debe llevarnos a reflexionar más profundamente lo que estamos viviendo.
Andrés Barreda
*Andrés Barreda es investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de México y director del Centro de Análisis Social, Información y Formación Popular AC (Casifop). Ésta es su intervención en el Foro por la Vida de los Pueblos del Maíz, foro organizado por la Red en Defensa del Maíz en oposición a la reunión, en México, de un grupo del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad para tratar el tema de la “responsabilidad y compensación por daños” de los transgénicos.