El hambre como botín político y de beneficios corporativos
Pagina3.mx.
Emmanuel González Ortega
11 de Abril de 2013 PDF
Transnacionales alimentarias juzgadas y boicoteadas en otros países alimentarán a México.
Esta semana se ha dado a conocer la participación en la llamada ‘Cruzada Nacional contra el hambre’ de dos corporaciones multinacionales: Nestlé y PepsiCo. El gobierno de Enrique Peña Nieto, representado por la Secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, firmó los convenios de colaboración con estas empresas sin tener en consideración una falta grave: el conflicto de intereses de estas industrias alimentarias, sin embargo, considerando la información disponible en internet, éste no parece ser el agravio más importante.
En esta ocasión nos ocuparemos únicamente de mencionar situaciones y casos polémicos en varios países del mundo en los que se ha visto involucrada la suiza Nestlé -?los cuales el gobierno federal no ha querido o convenido en considerar antes de invitarla a la colaboración-?. Por otro lado, comentaremos los efectos que el consumo de comida basura está produciendo en la población mexicana.
De acuerdo con su portal electrónico, Nestlé tiene en México 31 marcas y 146 productos diferentes, cubriendo así un amplio espectro de la alimentación de la población. Entre los productos ofrecidos se encuentran agua, alimento para mascotas, café y diferentes bebidas, chocolates, aditivos culinarios, helados, lácteos y alimentos refrigerados.
México no es el único país en donde la empresa suiza ha intentado participar de proyectos gubernamentales para atacar los índices de desnutrición, un caso emblemático: Brasil. La movilización y protesta de la sociedad informada inhibieron la participación de la empresa en el programa del gobierno en contra del hambre. Nos toca a nosotros hacer lo propio. Empecemos por la información sobre los casos Nestlé.
El escándalo más reciente (a mediados de febrero de este mismo año) en el que se ha visto relacionado el nombre de la transnacional es el relacionado con la presencia de carne de caballo en productos que teóricamente debían estar preparados con carne de res. Este escándalo se dio a conocer en Italia y España y aunque los voceros de la empresa comentaron que en América no había ningún riesgo de presencia de carne de caballo en sus productos, este caso se suma a una larga lista de agravios a los consumidores de los productos con el logotipo del nido.
En 2008, Nestlé y una empresa de seguridad privada fueron juzgadas en Suiza y encontradas culpables de espionaje a la organización de activistas anticapitalistas ATTAC (Asociación por una Tasa a las Transacciones Financieras y de Ayuda a los Ciudadanos) cuando ésta se encontraba haciendo un informe crítico sobre la multinacional. Se publicó que Nestlé invirtió 65 millones de euros para espiar a los activistas durante los años de 2003 y 2004, pero al final solamente pagó 3000 francos suizos a cada uno de los demandantes.
La empresa se jacta de tener una preocupación especial por la infancia, sin embargo en 2001 ha sido señalada por comprar cacao de granjas en Costa de Marfil que utilizan el trabajo esclavo de niños de entre 12 y 14 años, procedentes de Mali, Burkina Faso y Togo.
Los niños había sido vendidos por sus padres.
En el caso de lácteos, Nestlé ha sido blanco de una campaña de boicot contra sus productos para alimentación infantil ya que se la ha acusado de malas prácticas de mercadotecnia al promocionar de manera engañosa, hacer patrocinios y ofrecer muestras de sustituto de leche materna principalmente en países de Asia (por ejemplo Tailandia y Bangladesh), contraviniendo una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, firmada por 118 países que promovía la alimentación infantil con leche materna por encima de cualquier sustituto lácteo.
La comercialización de café tampoco se salva de que Nestlé intente sacar el máximo beneficio posible. Actualmente la producción cafetalera mundial se encuentra en una grave crisis debida principalmente a una sobreproducción y a la concentración del mercado de la distribución y venta de café, por no mencionar a intermediarios y especuladores. La alternativa a la que muchos productores cafetaleros han acudido es organizarse en cooperativas de comercio justo con el objetivo de que se cumplan condiciones de trabajo y salario dignos para los productores, pero Nestlé ‘no cree que el comercio justo sea la opción adecuada para solucionar la crisis del café’. La empresa es una de las cuatro corporaciones que acaparan la industria del tostado del café, por lo tanto es en gran parte responsable de la injusta paga que reciben los productores en el Sur global.
Podríamos seguir explicando historias de afectaciones a consumidores y abusos laborales por parte de Nestlé o de empresas con las que colabora cercanamente pero ahora tratemos las consecuencias en la salud pública del consumo de comida basura.
El discurso oficial indica que se destinarán más de 30 mil millones de pesos para combatir el hambre y la pobreza, pero el gobierno no considera que el problema de fondo es estructural: datos del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM-?UNAM) indican que el número de personas en pobreza se ha incrementado en 58% en el periodo entre 1970 y 2012, aún cuando el gobierno supuestamente ha invertido un acumulado de 36 millones de pesos durante el mismo periodo en el combate al hambre y la pobreza ¿A dónde ha ido todo ese dinero?
La participación tanto de Nestlé como de PepsiCo en la cruzada contra el hambre implica un conflicto de intereses de grandes proporciones, ya que estas empresas, junto con otras, son en gran medida responsables de dos epidemias que afectan a la población mexicana: la obesidad y la diabetes.
De un informe de la Asociación Americana del Corazón sobre epidemiología, prevención, nutrición y metabolismo se desprenden datos alarmantes: México tiene el mayor índice de muertes asociadas al consumo de bebidas azucaradas (refrescos), más de 22 mil. Información reciente de la Secretaría de Salud indica que en 12 años, se ha duplicado la prevalencia de diabetes en México. El rector de la UNAM, José Narro estimó que 80 mil mexicanos morirán durante 2013 a causa de la diabetes. Debería ser un escándalo.
Nestlé ganará de todas, todas. Como parte de su participación en la cruzada contra el hambre, la empresa promoverá cursos sobre ‘nutrición’ y oportunidades de ‘autoempleo’ en las comunidades en las que se realice la campaña. Cínicamente, evitará el proceso de empleo de personal, y sus productos serán promocionados gratuitamente, sin que éstos tengan ningún valor nutritivo real.
Como puede verse, nos encontramos ante un ataque al derecho a la salud por parte de las empresas transnacionales con la aprobación y complicidad del mismo gobierno. Es ahora más necesaria que siempre la información, el consumo crítico, y una actitud proactiva en el mantenimiento de nuestra salud: la individual y la comunitaria.