En Durango y México se cultivará maíz transgénico

En Durango y México se cultivará maíz transgénico: pese a la polémica, las presiones y la información difundida contra esta opción en el sentido de que es dañino para la salud humana, el presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), Héctor Carlos Arriaga Salazar, en entrevista exclusiva con El Sol de Durango, confirmó la puesta en marcha de este proyecto. Muchos productos transgénicos -toda la papaya, tomate, aceites de canola, de soya, el propio maíz importado- se están consumiendo hoy y están presentes en la mesa de los mexicanos sin darnos cuenta, asumió.
Son 2.5 millones de hectáreas las que se tienen contempladas para el cultivo transgénico de maíz y en donde se están haciendo experimentos en la región lagunera de Durango y Coahuila en donde se tiene la particularidad de que ahí es menos el riesgo el cultivo de maíz transgénico porque la mayoría o casi todo el maíz se usa para silo, «no se usa ni para consumo humano ni para producir grano, entonces va en el proceso de fermentación del silo y hay mucho menos riesgo para aplicar esta biotecnología».
Explicó Arriaga Salazar que otras partes contempladas para el cultivo de maíz transgénico son Tamaulipas, Chihuahua, Sinaloa y Sonora. Contextualizó que existe una gran diversidad de tipos de productores, desde media hectárea hasta 50, 60, 100 hectáreas, algunos están en los productores de autoconsumo y otros son productores comerciales que obviamente que ya tienen la mayoría de la tecnología para el procesado del maíz.
Ante la aprobación de la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados, en la CNPAMM se marcó una posición en una asamblea nacional «en la que contemplamos los dos apartados de la ley, en uno estamos de acuerdo de que en las zonas comerciales, sobre todo en el norte del país, en las zonas de riego, en muy buen temporal, y donde no existan centros de origen se siembre en maíz transgénico, pero por otro lado estamos también de acuerdo en que la protección de las 60 rayas y en las tradiciones del pueblo de México sean protegidas».
De ahí surgió el Proyecto Maestro de Maíces Mexicanos que se implementó desde el 2008, «no lo vemos con una posición excluyente como lo ven otras organizaciones que dicen, siembras esto o siembras lo otro, hay diferentes tipos de productores, con diferentes necesidades, y obviamente es una tecnología con la que además estamos compitiendo en el mercado interno porque el 80 por ciento del volumen importando es transgénico o más», señaló.
El presidente de la CNPAMM apuntó que en las zonas comerciales en donde se va a usar esta tecnología para ponerla al alcance de los productores, la gran ventaja es que «vamos a competir de igual a igual con los países que exportan a México el maíz transgénico».
En relación con la polémica vinculada a los productos transgénicos en el sentido de que son dañinos para la salud humana, detalló que en Europa sólo algunos países han prohibido la producción de maíz transgénico, «es una verdad a medias que sea en su totalidad, por ejemplo España tiene más de 10 años produciendo maíz transgénico y España es una huerta de Europa».
Reconoció que en Francia ha habido polémica una por un experimento muy escandaloso que hicieron sobre las ratas, empero -afirma- «no hay riesgos a la salud, nunca ha habido muertes por congestión transgénica; algunas personas tenemos alergia como a los cítricos, camarones, aguacate, pero no por un muy pequeño porcentaje les vas a prohibir el consumo del producto a los que no tienen alergia».
Bajo su perspectiva consideró que «son muy fanatizadas las argumentaciones que han dado quienes se oponen a los transgénicos en cuestión de salud, yo creo que el problema fundamental está en el cuidado de los maíces mexicanos, yo creo que ahí si debe el Estado junto con organizaciones como nosotros debemos hacer un esfuerzo para seguir protegiendo estas zonas, pero eso no impide que siembren de otro, simplemente hay barreras físicas y de tiempo».
Y además remató que la biotecnología la está presente en la mesa de los mexicanos: «toda la papaya que comes, el tomate, los aceites de canola, la de soya, el mismo maíz, entonces decir que los transgénicos hacen daño a la salud pues no, lo estamos consumiendo sin darnos cuenta en muchísimos productos».
Incluso en La Laguna se tienen más de 14 años sembrando algodón transgénico y un derivado del proceso es la semilla con la que se produce también aceite y se usa como alimento para animales».
Arriaga Salazar consideró que hay otro tipo de intereses que no salen a la vista que se confrontan con empresas particularmente «pero al último los productores somos los que estamos sufriendo las consecuencias por no poder hacer competencia con los países extranjeros que exportan hacia México», sentenció.