Blackwater + Monsanto = Blacksanto

Blackwater + Monsanto = Blacksanto

Pagina3.mx.

Emmanuel González-Ortega

7 Agosto de 2013

Oaxaca

   Podría parecer un juego de palabras, pero no lo es. Esta fórmula simboliza la unión de dos corporaciones que en conjunto representan una gran amenaza para la población alrededor del mundo.  Expliquemos brevemente cada uno de los ingredientes de esta potencialmente peligrosa asociación.

   Blackwater (ahora se hace llamar ‘XE Services’), es la empresa estadounidense con la nada honrosa fama de ser el ejército privado más grande del mundo. Las operaciones de Blackwater salieron a la luz cuando se conoció que la empresa fue contratista del gobierno estadounidense durante la invasión a Irak, en la llamada ‘Guerra contra el terrorismo’ que impulsó el ex presidente George W. Bush.
En el año 2007 se publicó que Blackwater tenía emplazados alrededor de 23 mil ‘empleados’ en 9 países del mundo, ahora con toda seguridad podemos imaginar que el número de ‘contratistas’ (entiéndase mercenarios) ha aumentado, así como también el número de países en los que ofrecen servicios de ‘seguridad’.

Una investigación periodística del semanario ‘The Nation’, encontró que Blackwater ha prestado sus servicios de inteligencia, entrenamiento y seguridad privada a firmas tales como Walt Disney Company (sí, la compañía productora de películas infantiles), a Chevron, a entidades bancarias como Deutsche Bank o Barclays, y también a Monsanto. Blackwater ha  generado escándalos a nivel mundial por los asesinatos de personas en Irak, violencia contra la población y casos de tortura, todo esto actuando como una empresa de seguridad privada y eludiendo toda responsabilidad penal en los casos. Al día de hoy, Blackwater continúa operando.

En columnas anteriores hemos explicado brevemente las actividades de Monsanto y lo que representan, sin embargo, parece conveniente refrescar esos datos.

Monsanto es una corporación multinacional agroalimentaria y de venta de agroquímicos. Originalmente nació como una empresa de producción de compuestos químicos.

Durante la guerra de Vietnam Monsanto fue el proveedor para el ejército norteamericano del llamado agente naranja, un compuesto altamente tóxico utilizado en ese entonces para defoliar la selva vietnamita. Tiempo después la utilización de ese compuesto fue prohibido por generar afectaciones muy graves a la población expuesta a dicha sustancia. Hace unos años Monsanto cambió de plan de negocios y ahora se dedica principalmente a la agro biotecnología, posee un gran porcentaje de las patentes de semillas modificadas genéticamente y así como de compuestos agroquímicos, que son vendidos en muchos países del mundo, entre ellos México y varios países de Latinoamérica.

El hecho de que Monsanto tenga los derechos sobre las semillas que se comercializan cada vez más en todo el mundo implica diversas afectaciones en varios ámbitos, tales como: erosión de la biodiversidad vegetal, dispersión de transgenes provenientes de las plantas modificadas a especímenes similares silvestres, potenciales daños a la salud por el consumo de semillas modificadas genéticamente o alimentos preparados con éstas; violencia y una tácita sentencia de muerte al modo de vida de millones de campesinos y comunidades indígenas en todo el mundo.

Actualmente existe una creciente oposición a nivel mundial al hecho de que Monsanto posea prácticamente un monopolio en la venta de semillas (tanto las modificadas genéticamente como las normales), tal rechazo provocó que la corporación anunciara hace solo unos meses que dejaría de vender sus productos en Europa.

Ahora expliquemos los posibles efectos de la asociación tan peligrosa entre Monsanto y Blackwater. Recientes investigaciones periodísticas de Jeremy Scahill evidenciaron que Monsanto tendría la intención de pagar cantidades superiores a los 500 mil dólares a Blackwater para que elementos de este ejército de mercenarios se infiltraran en grupos de activistas o asociaciones que se manifiestan en contra de las operaciones de Monsanto, y de esta manera acallar las voces críticas en contra de la transnacional para que permita operando aún en contra de la opinión pública.

¿Qué implicaciones tendría tal asociación para México?

Como mencionamos antes, el rechazo a la presencia y actividades de Monsanto en muchos países va en aumento y en nuestro país ocurre lo mismo, aunque no es un movimiento nuevo. Organizaciones de la sociedad como ‘La Red en Defensa del Maíz’, la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS), entre muchas otras de reciente surgimiento, han venido denunciando el peligro que representa la contaminación de nuestras semillas y más específicamente el maíz nativo, ya que México es el centro de origen de este que es ya considerado el primer lugar en los granos que sostienen la alimentación mundial junto con el arroz y el trigo.

Sobra mencionar el peligro que implica el hecho de que mercenarios de Blackwater pretendan infiltrarse en organizaciones de activismo por defensa  y preservación de la soberanía alimentaria. Es un gran peligro para las personas que conforman dichas organizaciones, pero también para el movimiento de resistencia a Monsanto.

Actualmente en México estamos viendo y viviendo las agresiones a activistas que defienden los derechos humanos, los recursos naturales (minería, derecho al agua, los bosques, etc.), sólo en el último mes, por lo menos tres activistas han sido asesinados y los supuestos implicados en sus muertes han sido relacionados con empresas que tienen intereses en el país y sus recursos.

Las personas y organizaciones que son activas en su rechazo a Monsanto deben mantenerse en contacto cercano y frecuente, no obviar las estrategias de comunicación y reunión para la organización y ejecución de sus acciones y campañas y tejer redes de solidaridad real a otras personas u organizaciones afines. Ya lo dicen los viejos campesinos: ¡el maíz une!

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