Suspensión a la siembra de maíz transgénico en México pero, ¡La lucha sigue!
Emmanuel González-Ortega
pagina3.mx
Oaxaca
El pasado 10 de octubre empezamos el día con la noticia de que el Juzgado Federal 12º en Materia Civil del DF emitió la suspensión de permisos a empresas semilleras transnacionales como Monsanto, Dupont, Pioneer para sembrar maíz modificado genéticamente (maíz transgénico) en México.
Aunque lo hemos hecho en ocasiones anteriores, expliquemos nuevamente qué es el maíz transgénico.
El maíz transgénico es uno al que se ha insertado en su genoma una o más secuencias de información genética provenientes de otros organismos (bacterias, virus, otras especies de plantas) para otorgarle propiedades que naturalmente no tenía ese maíz anteriormente. Estas inserciones o modificaciones se hacen en laboratorios biotecnológicos (muchas de las veces, extranjeros) y forman parte de paquetes tecnológicos que generalmente se venden a agricultores de países del Sur global (México, Honduras, La India, Paraguay, Argentina, Chile, Brasil, etc.) aunque también se comercializan en Estados Unidos y hasta hace poco tiempo en algunos países de Europa.
Desde hace varios años se vienen publicando investigaciones científicas muy serias y críticas que han analizado el efecto de los transgénicos (muchas de estas se han enfocado a estudiar los efectos del maíz transgénico en la salud humana y de los ecosistemas) y han arrojado resultados que todos debemos conocer para tener una opinión sólida sobre las implicaciones de que se permita la siembra de maíz transgénico o no en nuestro país.
México es el centro de origen y diversidad del maíz. Esto significa que fue en diversos lugares de nuestro país donde se originaron las variedades de maíz tal y como lo conocemos hoy. Cada vez que nos alimentamos con un producto hecho con maíz nativo (tortillas, pozole, tamales, tlayudas, tlacoyos, etc.) nos llevamos a la boca aproximadamente 10 mil años de una historia de acompañamiento mutuo entre las poblaciones mexicanas antiguas y el maíz mexicano. El origen mismo de la agricultura.
¿Qué significado tiene que se siembre maíz transgénico de manera masiva en México?
Debemos mencionar que las corporaciones a las cuales ahora se les ha negado el permiso para sembrar maíz transgénico a nivel experimental no están en México desde hace poco tiempo. Estas empresas llegaron al país como una de las consecuencias devastadoras de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Canadá y México. Como mencionamos al principio, las agroindustrias ofrecen paquetes tecnológicos (que incluyen a las semillas transgénicas) argumentando que los rendimientos en la cosecha aumentarían, que se utilizarían menos fertilizantes, que las plantas serían resistentes a agroquímicos, a algunas plagas, a la sequía, etc.
La realidad es que a lo largo del tiempo esas promesas han demostrado ser falsas: se ha comprobado que deben utilizarse más fertilizantes en los campos transgénicos, han surgido ‘malezas’ que son resistentes a los agroquímicos, incluso se ha mostrado de manera científica que los fertilizantes asociados a las plantas transgénicas potencialmente pueden provocar daños renales o hepáticos. En Sudamérica se han reportado aumentos en el número de diferentes tipos casos de cáncer en la población expuesta a agroquímicos usados en campos transgénicos.
Un dato que debe alertarnos a todos: Desde 2012 se reportó que ratas que fueron alimentadas con maíz transgénico tuvieron mayores índices de cáncer y de enfermedades hepáticas y renales en comparación con las ratas control. (¡LAS RATAS FUERON ALIMENTADAS CON UNA DE LAS VARIEDADES DE MAÍZ QUE UNA DE LAS CORPORACIONES PRETENDE SEMBRAR MASIVAMENTE EN MÉXICO, Y NUESTRO PAÍS OCUPA EL SEGUNDO LUGAR EN EL MUNDO EN CONSUMO DE MAÍZ POR HABITANTE!)
El hecho de que el país sea centro de origen del maíz indica que las variedades de maíz que se conocen hoy en día son capaces de crecer en las muy diferentes condiciones climáticas y geográficas que hay en México: algunas están adaptadas a condiciones de muy poca humedad, otras a crecer a altitud de más de 2000 metros sobre el nivel del mar, algunas crecen en zonas costeras, etcétera. Debe considerarse que tal variedad de maíces permitiría potencialmente adaptar las más convenientes a las condiciones climáticas cambiantes debido al calentamiento del planeta. Sería un crimen que se perdieran esa riqueza al contaminarse los maíces con transgenes.
Otro dato importantísimo para México: Recientemente se ha dado a conocer que en el mundo aproximadamente el 70% de los alimentos son producidos por campesinos o comunidades rurales o indígenas. Algunos de los efectos de la siembra masiva de maíz transgénico en México serían la desaparición completa de la vida en el campo, la condena al hambre de comunidades rurales que subsisten de la producción de granos para autoconsumo y la pérdida definitiva de la soberanía alimentaria.
El hecho de que por ahora legalmente se haya declarado la suspensión en los permisos para la siembra de maíz transgénico en México no debe entenderse como un triunfo definitivo, sino como un tiempo valiosísimo que debe utilizarse para acercar información veraz a la población, generar debates abiertos en los que se escuche a las partes afectadas (quienes paradójicamente hasta ahora no han tenido voz en las decisiones definitivas): campesinos, indígenas, consumidores.
Debe considerarse también que si bien se ha suspendido temporalmente el otorgamiento de permisos para sembrar transgénicos en el país, actualmente hay parcelas en las que se están evaluando cultivos transgénicos cuyos permisos fueron otorgados previamente y sin evaluar las evidencias de riesgos potenciales que hemos señalado previamente y dichas siembras no se han suspendido, por lo que no estamos libres de peligro.
La población debe estar atentísima al proceso jurídico que ahora inicia, no sería sorprendente que las corporaciones semilleras intenten corromper los procesos que se están abriendo, esto con el fin de continuar sus negocios a costa de nuestra salud. Ha pasado en otros países.
Sería un retroceso muy grave que se proclamen líderes o dirigentes de una lucha que es de todas y todos, ya que todos comemos maíz; además de que será un proceso de larga duración y se antoja muy desgastante. Este tiempo de suspensión de la siembra de transgénicos debe ser aprovechado por los colectivos, redes y organizaciones que defienden el maíz para coincidir, llevar información a la población, coordinar acciones, compartir foros y debates… en defensa del maíz nativo mexicano.