Los transgénicos en México. Una de cal por las que van de arena

Los transgénicos en México. Una de cal por las que van de arena

Adelita San Vicente Tello*

La Jornada del campo

21 de diciembre de 2013

ILUSTRACIÓN: Víctor Flores / Ecotlán
ILUSTRACIÓN: Víctor Flores / Ecotlán

Transcurrido un año de la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República, el tema de los transgénicos sigue en el aire, sin una postura del gobierno sobre el tema.

Unos días después de asumir sus funciones como titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan José Guerra Abud, “reconoció que existen presiones de todos lados, y por ello se dejará a un grupo de expertos que hagan una recomendación, a partir de la cual las secretarías involucradas en el tema tomarán una resolución que se entregará al presidente Enrique Peña Nieto antes de que comience el próximo ciclo de siembras” (La Jornada, Angélica Enciso, 20 de diciembre de 2012),

El 14 de diciembre de 2012 la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) “acordó integrar un grupo especial de trabajo que proponga una política pública sobre el maíz transgénico con investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), del Colegio de Posgraduados, de Chapingo y del Colegio de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN)” (La Jornada,Blanca Juárez, 15 de diciembre de 2012).

Un año después no hay noticia de este grupo de científicos, ni de debate alguno.

Los titulares de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y de la Secretaria de Salud (SS) se han mantenido en silencio respecto al tema. En lo oscuro, el gobierno de Peña sostiene a funcionarios de los niveles intermedios del sexenio pasado, quienes continúan operando la misma política desarrollada por el gobierno de Calderón. Ni siquiera han podido avanzar en la publicación de la Norma Oficial Mexicana que establezca los requisitos de información que debe contener el reporte de resultados de la realización de las actividades de liberación experimental y programa piloto de organismos genéticamente modificados (OGM) en relación con los posibles riesgos para el medio ambiente; la diversidad biológica, y la sanidad animal, vegetal o acuícola. La industria se niega a ser regulada e impide el avance de este instrumento.

Cero en la cancha gubernamental. En el otro extremo, la movilización contra la introducción de esta tecnología crece en nuestro país. Nuevos actores se suman de manera creativa, los argumentos se incrementan y la esperanza se fortalece. Van nuestros goles:

1.- El 2012 acabó con el del triunfo de los apicultores en México. Non GMO Project reconoció entre los diez logros más importantes del año contra los transgénicos en el mundo la demanda de los apicultores en la Península de Yucatán. En agosto, un juez falló a favor de una coalición de 59 apicultores, científicos y ambientalistas para que no se cultivaran 250 mil hectáreas de soya transgénica en ocho estados de la República Mexicana. El argumento es que el mercado europeo suspendió la compra de miel de Yucatán y Campeche en espera de que se demostrara que la miel no estaba contaminada.

2.- La entusiasta incorporación de los jóvenes a la campaña Sin Maíz no hay País fue un gran logro este año. Surgió así el Carnaval del Maíz como un espacio combativo y festivo que se sumó a la marcha contra Monsanto convocada para el 25 de mayo de 2013 en todo el mundo. Desde México se decidió hacer un Carnaval porque en nuestro país no sólo estamos contra esta empresa y lo que representa, sino que tenemos muchas propuestas que conforman una alternativa al modelo que nos impone el capitalismo. El Carnaval del Maíz plantea una revolución alimentaria como un modelo alternativo, propositivo y de lucha; en este espacio las y los jóvenes hablan su propio lenguaje y utilizan los nuevos medios de comunicación.

3.- En agosto de 2013, la liberacción que anunció la autorización de la siembra comercial de maíz transgénico en una página espejo de Monsanto como parte de un ejercicio social de difusión, demostró el estrecho vínculo entre el gobierno y la empresa. En un comunicado de prensa Monsanto escribió al secretario de Sagarpa desmintiendo la autoría y mencionando con claridad el tipo de relación que tienen: “entendemos la importancia de una comunicación confidencial basada en un mensaje elaborado de acuerdo a los requerimientos y exigencias del Gobierno Federal…”

4.- En lo jurídico, el gran golpe que asestamos este año fue la demanda de Acción Colectiva, presentada el cinco de julio por 53 personas, entre las cuales se encuentran expertos en el tema; defensores de derechos humanos; personalidades, y 20 organizaciones de productores, indígenas, de apicultores, de derechos humanos, ambientalistas y consumidores. La colectividad demandó a Sagarpa, Semarnat, Monsanto, Syngenta, Dow Agrosciences y Pioneer, y solicitó que tribunales judiciales declaren que los límites y restricciones establecidos en la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados son ineficientes, pues existe evidencia científica de contaminación transgénica de maíces nativos.

Con la demanda se solicitaron medidas precautorias, las cuales fueron concedidas por el juez federal décimo segundo de distrito en materia civil. Éstas ordenan a Sagarpa y Semarnat abstenerse de realizar actividades tendientes a otorgar permisos de liberación al ambiente de maíz genéticamente modificado, prescindir de efectuar procedimientos para la liberación comercial, piloto y experimental al ambiente de OGM de maíz, y suspender el otorgamiento de permisos de liberación experimental, piloto y comercial de OGM de maíz, mientras dura el juicio.

5.- La Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) publicó las Cápsulas sobre el maíz transgénico, un compendio que da respuesta a las preguntas centrales sobre esta tecnología. De esta manera se cuenta con información de científicos sin conflicto de interés, quienes han manifestado su disposición a un debate de altura.

6.- A lo largo del año el Tribunal Permanente de los Pueblos realizó múltiples pre-audiencias en torno al tema del maíz, con lo cual se corroboran y fundamentan las acciones del Estado mexicano contra el maíz.

7.- Se recolectan firmas para la iniciativa ciudadana por el etiquetado obligatorio de alimentos con transgénicos impulsada por jóvenes. Asimismo, se mantiene la iniciativa Maíz Libre generada por varias organizaciones campesinas y Greenpeace, que ha reunido 120 mil firmas para modificar la actual Ley de Bioseguridad con el fin de proteger al maíz.

8.- Finalmente, acaba el año con la incorporación de importantes personalidades a la lucha. Por una parte, el maestro Francisco Toledo apoyó la publicación del documento científico mencionado, y él, junto con Elena Poniatowska, Jesusa Rodríguez y Mauricio Gómez-Morín, fungirá como jurado en el Concurso de Arte por Nuestro Maíz.

Por otra parte, Botellita de Jerez presentó su nuevo tema Sin maíz no hay país. Esta canción es, según la banda, “un manifiesto airado, encanijado, frente al gandalla proyecto de infestar el campo mexicano con maíz transgénico”. ¡Disfrútala junto con nuestros triunfos que son de todas y todos!

* Directora de la Fundación Semillas de Vida, A.C. adelita@semillasdevida.org.mx

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One Reply to “Los transgénicos en México. Una de cal por las que van de arena”

  1. sigamos en la lucha por defender el tesoro de nuestras semillas criollas , sembrando semillas de conciencia en los jóvenes pues pronto les tocara tomar decisiones en diferentes espacios de la sociedad.

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