Sedarpa no investigó maíz transgénico en Veracruz

Sedarpa no investigó maíz transgénico en Veracruz

Rosalinda Morales

Imagen del golfo

31 de marzo de 2015

trand verEstado de Veracruz podría ya estar contaminado con maíz transgénico debido a la entrada de esta semilla de forma clandestina y por los “derrames” o accidentes que han permitido que se propague sin que hasta el momento la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural, Pesca y Alimentación (Sedarpa), a cargo de Ramón Ferrari Pardiño, haya investigado, como lo admite el subsecretario Valentín Casas Cortes.

Casas Cortes reconoció que Sedarpa no dio seguimiento al derrame de maíz de transgénicos ocurrido en enero pasado en Tierra Blanca ni tampoco se sabe o ha investigado sobre la entrada de de ese tipo de semilla de forma clandestina al estado, pero la dependencia “confía que las plantitas no hayan germinado y crecido”.

Dijo que en cuanto al derrame de maíz transgénico a consecuencia de un descarrilamiento de un tren en Tierra Blanca en enero pasado no afecta, pero admitió que no hubo supervisión de si crecieron o no las plantas.

Han pasado tres meses en los que nadie da respuesta a qué se está haciendo con el último derrame de maíz transgénico en Veracruz en la zona de Tierra Blanca, en enero pasado.

Sobre el derrame de maíz transgénico en Tierra Blanca en enero pasado, el subsecretario de Agricultura de Sedarpa Valentín Casas, dijo que no cree afecte la tierra o los cultivos cercanos de maíz tradicional o los modifique. “Hay un gran desconocimiento de los transgénicos y mucha gente no sabe ni en qué consiste, es cierto que hay que cuidar las zonas donde hay muchas hectáreas de variedades de maíces criollos”.

“Aunque no se recoja a tiempo el grano, mientras no crezca la planta no hay problema”, sin embargo admitió que no hubo seguimiento a si creció o no la planta en suelo donde ocurrió el derrame de semillas transgénicas.

ORGANISMOS DEBEN VIGILAR

Hay organismos nacionales como Prosid, que vigilan que los campos donde se cultivan transgénicos y se usan herbicidas potentes, se levanten los residuos. Tienen programas de campo libre, es una asociación de todas las compañías de productos agroquímicos que se agrupan para recoger residuos agro­ industriales. Son cuatro programas que manejan a nivel nacional. A veces hacen pacas que llevan a incinerar o a reciclar.

LA FALTA DE RECOLECCIÓN DE SEMILLAS TRANSGENICAS SÍ PUEDE REPERCUTIR EN DAÑOS AMBIENTALES

La investigadora Elena Álvarez Buylla del Instituto de Ecología de la UNAM señala que se ha demostrado científicamente que. “Los transgénicos pueden moverse a miles de kilómetros de distancia por medio de las cadenas de intercambio de semillas? una vez que éstas germinan y las plantas maduran, florecen y producen polen, en éste se mueven los transgenes a cientos de kilómetros”.

“Estos derrames pudieron haberse vuelto focos de contaminación y los técnicos del gobierno de México, encargados de evitar y dar seguimiento a esto, no han cumplido con su obligación. Urge subsanar esta situación y fincar responsabilidades”.

En general, hay que averiguar si los transgénicos siguen contaminando nuestros maíces nativos que se distribuyen en todo el país, que es centro de origen y diversidad del grano. Los técnicos encargados de la bioseguridad fueron incapaces de corroborar la contaminación reportada en 2001 por Quist y Chapela en Oaxaca. Pero diversos laboratorios independientes, incluido el nuestro, demostraron que sí había contaminación en Oaxaca y otros sitios.

Las empresas agroindustriales, con la complicidad del gobierno de México, se empeñan en destruir esta apuesta civilizatoria en favor del negocio, expuso Elena Álvarez­Buylla, Investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, coordinadora de Campañas de la UCCS.

DESCARRILAMIENTOS HAN DERRAMADO 800 TONELADAS DE MAÍZ TRANSGÉNICO DE 2010 A 2013

Muestra de ello es lo que reporta la revista Contralínea del pasado 18 de enero, en torno a descarrilamientos repetidos de 2010 a 2013 que causaron el derrame de 800 toneladas de maíz y algodón transgénico en Chihuahua, Guanajuato y Veracruz.

La Investigadora señala que las responsables son tres empresas que producen y/o usan semillas genéticamente modificadas. De esto se dio aviso a la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) y al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica). Indigna que estas entidades no hayan realizado las investigaciones necesarias o publicado reportes técnicos que den cuenta cabal de cómo evitaron que este grano contaminara siembras de maíz nativo y llegara a sitios no aprobados para su uso.

Consideró que afortunadamente, “Uno es reversible, pero los transgenes no se pueden contener dentro de los campos en los cuales se siembran, pues se mueven vía polen y semillas”.

En vez de evitar a toda costa la contaminación y asumir su responsabilidad con la bioseguridad, el gobierno es indiferente o se colude con las corporaciones y en contra del interés público. Además, va autorizando nuevos productos para consumo y siembras, como la soya, que también tiene implicaciones nefastas: puede afectar de manera irreversible a las abejas y la producción de miel mexicana, una de las mejores del mundo.

Es inaceptable que el gobierno no cuide nuestro alimento básico: el maíz. Dados los datos de salud en Estados Unidos, donde el incremento de la prevalencia de 22 enfermedades, incluidos varios tipos de cáncer (La Jornada, 28/11/14), se ha asociado al aumento pavoroso de glifosato, usado en cultivos transgénicos desde la década de 1990, es urgente que se evite el uso de los cultivos transgénicos en alimentos procesados.

LAS LIBERACIONES “ACCIDENTALES DE TRANSGÉNICOS”

De 2010 a 2013 se liberaron accidentalmente más de 800 toneladas de organismos genéticamente modificados en el país, revela información de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), instancia del Poder Ejecutivo federal integrada por los titulares de las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa)? Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)? Salud? Educación Pública? Hacienda y Crédito Público, y Economía, así como por el director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Las liberaciones derivan de siete incidentes que fueron reportados vía correo electrónico o vía telefónica al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), órgano desconcentrado de la Sagarpa. Dichos incidentes habrían ocurrido en tres estados de la República: Chihuahua, Guanajuato y Veracruz, asienta información a la que Contralínea tuvo acceso.

Monsanto Comercial, SA de CV? Bayer de México, SA de CV? Almidones Mexicanos, SA de CV, y CPIngredientes, SA de CV, son las empresas involucradas.

Las trasnacionales notificaron a la autoridad el derrame de 712.5 toneladas de grano de maíz amarillo genéticamente modificado y 90.32 toneladas de semillas de algodón genéticamente modificado.

En total, al menos 802.82 toneladas de transgénicos habrían sido liberadas al ambiente, debido, principalmente, a “descarrilamientos”, según se lee en el reporte de la Cibiogem.

Sin proporcionar mayores detalles sobre las causas del accidente, ubicación exacta, protocolos de seguridad aplicados y el estatus en el que se encuentran las contingencias, la Cibiogem reporta que “el Senasica realizó la visita de inspección al lugar del incidente y determinó las medidas de seguridad necesarias con el objetivo de evitar, disminuir o mitigar los posibles riesgos que esta liberación accidental pudiera ocasionar a la sanidad animal, vegetal y acuícola”.

CIBIOGEM Y SENASICA

De acuerdo con la Cibiogem y el Senasica, los siete accidentes registrados en el Sistema Nacional de Información son los únicos que se han dado en territorio nacional desde la llegada de los transgénicos al país.

En respuesta escrita a Contralínea, ambas dependencias argumentan que “todos los casos se atendieron implementando [sic] las medidas de bioseguridad pertinentes […] En general mediante la recolección y monitoreo de plantas voluntarias para su eliminación”.

Sobre los costos, señalan, son meramente administrativos: “Incluyen procesar el aviso, enviar las notificaciones formales cuando proceda y supervisar la implementación [sic] de las acciones y medidas necesarias. Los costos operativos comúnmente los asume el interesado o responsable, según el caso”.

Con respecto de las sanciones a las que se han hecho acreedores las empresas que han liberado accidentalmente transgénicos, responden las dependencias que la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (LBOGM) no tipifica sanciones para liberaciones accidentales, sino la ejecución de medidas de bioseguridad.

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