Impulsores genéticos
¿Qué es un impulsor genético y por qué nos debe importar?
«En el caso de los impulsores genéticos, si se libera uno solo que funcione, se esparcirá y se apoderará de la especie en cuestión de días, porque está diseñado para prevalecer…»: Jim Thomas.
Cada día, las personas en todo el mundo están más preocupadas por los organismos transgénicos, que, entre muchos otros impactos, ahora mismo están contaminando el maíz aquí en México. Si bien los organismos transgénicos “normales” siguen siendo fuente inagotable de cuestionamientos, ahora se está promoviendo una nueva técnica de manipulación genética que puede tener consecuencias catastróficas. Se trata de los impulsores genéticos (gene drives), diseñados para esparcirse en la naturaleza, cruzar fronteras, apoderarse de diversas especies y potencialmente hacer que colapsen. Por eso, en estos momentos son un tema que está siendo discutido en el marco de la COP 13, del Convenio de Diversidad Biológica).
Un impulsor genético asegura que un carácter elegido pase a todas las generaciones posteriores, evadiendo la genética mendeliana, en la que un carácter puede diluirse o perderse a lo largo de las generaciones (especialmente, si no es bueno para la supervivencia de la especie). Al asegurar la transmisión de un rasgo diseñado mediante impulsores genéticos, es posible que se reconfiguren especies enteras y ecosistemas según se planifique.
Las compañías y los investigadores detrás de esto lo presentan como herramienta para la conservación o para la erradicación de enfermedades. Por ejemplo, al liberar roedores “programados” para tener sólo descendientes machos, o colocando impulsores genéticos en plantas consideradas malezas de tal modo que esparzan entre su especie la vulnerabilidad a los herbicidas y no resistan la fumigación. Pero nadie asegura —y éste es el fondo de la discusión en el CDB— que esas aplicaciones no se utilicen con fines hostiles, dirigiendo el impulsor genético a cosechas vitales para ciertos pueblos, y también es muy arbitraria la forma en que las especies son consideradas invasivas o malignas, ya que según el contexto pueden ser pilares de la alimentación o cruciales para el equilibrio de todo el ecosistema.
Es decir, lo que en una región se puede considerar una especie dañina o una plaga o maleza, en otro lugar puede formar parte de la dieta. Esta situación se puede ejemplificar con el amaranto. En Estados Unidos hay ciertos parientes del amaranto que han desarrollado resistencia a los herbicidas y ahora se busca utilizar impulsores genéticos para que recobren la vulnerabilidad y se extingan fácilmente. El gran riesgo es que el impulso genético podría afectar no sólo a los parientes silvestres del amaranto, sino al amaranto en sí, cultivo indispensable de la milpa y de la dieta mexicana. Los impulsores genéticos no respetan fronteras.
Hace solamente dos años que existen impulsores genéticos funcionales, hay una carencia casi total de información sobre esta tecnología y sus posibles impactos. Por eso es extremadamente urgente que el CDB y las organizaciones críticas en todo el mundo asuman el problema e impongan una moratoria sobre las liberaciones al ambiente de esta nueva herramienta genética.
A diferencia de los transgénicos “normales”, que al escaparse inintencionadamente tienen “x” posibilidades de expandirse y sobrevivir, en el caso de los impulsores genéticos, si se libera uno solo que funcione, se esparcirá y se apoderará de la especie en cuestión de días, porque está diseñado para prevalecer. No podemos desentendernos de este riesgo, porque los impulsores genéticos no se mantendrán dentro de las fronteras políticas, no se quedarán sólo en México o en Estados Unidos; cruzarán las fronteras hasta volverse un problema global.
Es crucial que la sociedad tenga la oportunidad y la información para decidir si los impulsores genéticos brindan un servicio, y no permitir que esta riesgosa tecnología avance y se utilice sin tener claras sus implicaciones.
La aplicación del Principio de Precaución debe imponerse hasta que haya una decisión en el nivel global, que incluya a los gobiernos, a la sociedad civil y a los agricultores, es decir, a todos los posibles afectados. Incluso la investigación confinada en laboratorio necesitaría detenerse hasta que los gobiernos resuelvan los estándares para asegurar la contención de los impulsores genéticos. Si se fuga un impulsor genético podría, literalmente, conquistar el mundo.
Por Jim Thomas*, 13 de Diciembre del 2016.
Fuente: Aristegui Noticias
*Jim Thomas es director de programas del Grupo ETC y miembro del Grupo de Expertos Ad Hoc sobre Biología Sintética del Convenio sobre Diversidad Biológica.
Ver “Estudio de la Academia de Ciencias de Estados Unidos sobre impulsores genéticos ignora cuestiones obvias e importantes”, en www.etcgroup.org/es/content/el-estudio-de-la-academia-nacional-de-ciencias-de-estados-unidos-sobre-conductores-geneticos. Allí vienen los nombres de los investigadores (como Kevin Esvelt) y los inversionistas (como Bill Gates) que están detrás de los impulsores genéticos.
Ver el estudio “Gene Drives on the Horizon”, de la Academia Nacional de Ciencias de stados Unidos, sobre las incertidumbres en torno a los impulsores genéticos:
https://www.nap.edu/catalog/23405/gene-drives-on-the-horizon-advancing-science-navigating-uncertainty-and.
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